Muchas personas no conocen la gran variedad de vinos que se elaboran en Galicia. Más allá del del ribeiro y albariño, la región gallega cuenta con otros sabores de inigualable calidad que vale la pena experimentar.
Junto al gran crecimiento comercial y tecnológico que están ganando los vinos gallegos, hay que señalar la gran modernización que han desarrollado las bodegas y denominaciones, con el objetivo de potenciar Galicia cómo un destino de turismo vitivinícola.
Gracias al vino actualmente dichos lugares atraen miles de visitantes que van en busca de experiencias en bodegas, rutas del vino, balnearios, hoteles y por supuesto, saciar sus paladares exigentes.
Éstos tienen unas características bien marcadas que los distinguen de otro tipo de vinos. Al catar un vino de Galicia existen dos características generales que siempre se destacan:
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Los métodos de viticultura tradicional que aún permanecen proporcionan a esta región vinícola de condiciones únicas para elaborar vinos diferentes de una alta calidad. Las variedades de uva Albariño, Mencía y Godello son las más conocidas y desarrolladas. Disfrutar de un Ribeiro de alta calidad puede ser una gran explosión de frescura y acidez.
Puedes conocer más sobre la Mencía y otras uvas tintas en el siguiente artículo.
A continuación, presentamos las cinco denominaciones de origen que comprenden la experiencia enoturística de Galicia.
La mayor productora gallega entre sus denominaciones y la más famosa por la producción de vino albariño. Rías Baixas cuenta con una extensión de más de 2700 hectáreas, sus 55 bodegas producen más de 25.000 litros y algunas de ellas incluso superan los 75.000. Su producción se caracteriza por sus vinos blancos, perfectos para maridar con pescados y mariscos, aunque también cuentan con vinos tintos y espumosos.
El ribeiro es otro de los famosos vinos gallegos. Su Denominación de Origen es la más antigua de las gallegas (1932) y de las históricas de Europa, ya que se elabora desde los tiempos romanos. E ribeiro fue el primer vino occidental en llegar a América, en las barcas de Cristóbal Colón, y fue durante siglos el principal vino de los reinos cristianos.
Hoy es un vino con gran proyección y se ha vuelto muy popular gracias al trabajo de realizado en los últimos años. Su producción creció y superó las 14 mil toneladas de uva y 8 millones de litros en el año 2015. El 85% de la producción es de vino blanco.
El famoso ribeiro blanco posee la cualidad de vino limpio y transparente, con tonos que van desde pálido a pajizo, con reflejos verdosos. Y aromas florales y balsámicas.
Al éste de la provincia de Ourense con los límites de León, se ubica la comarca de Valdeorras, otra zona vinícola de Galicia que también cuenta con orígenes romanos.
Actualmente varias de sus bodegas continúan produciendo el vino de forma tradicional bajo tierra y en cuevas para mantener la temperatura. La Denominación de Origen Valdeorras fue reconocida en 1945.
Los vinos de la uva godello Valdeorras poseen un fino aroma afrutado y una excelente estructura en boca. Por otra parte, los tintos mencías tienen intenso color púrpura y elegante aroma afrutado, de retrogusto intenso y prolongado.
La Ribeira Sacra es una de las cinco Denominaciones de Origen que existen en Galicia.
En el Valle del Miño, su clima destaca por precipitaciones 900 mm anuales y una temperatura media de 14ºC. En el Valle del Sil, las precipitaciones suelen ser algo más bajas, 700 mm y una temperatura media de 13ºC.
La Ribeira Sacra abarca una extensión de 2.500 hectáreas de viñedo, que suponen un 5,2% del suelo dedicado a la vid en Galicia. Las variedades preferentes en vinos blancos son Albariño, Loureira, Treixadura y Godello. Y Mencía, Brancellao, Merenzao en los vinos tintos.
La mayoría de su producción se centra en los vinos tintos, los cuales se caracterizan por sabores frutales y tonos rojos rubíes.
La Denominación de Origen Monterrei es la más joven de las gallegas (1996). La misma se extiende por la región del mismo nombre, en torno a la localidad de Verín y sureste de la provincia de Ourense, una de las zonas más secas de Galicia.
Sus vinos blancos son frescos y afrutados, muy fuertes en nariz y de tono amarillo pálido o pajizo. Normalmente se utilizan uvas doña blanca, Godello y Treixadura, aunque también se autorizan Albariño, blanca de Monterrei, Caiño blanco y Loureira.
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