Los vinos de maceración carbónica son aquellos elaborados a través de un sistema elaboración tradicional que permite obtener vinos jóvenes, aromáticos y de un agradable paso de boca. Los vinos de maceración carbónica, también llamados vinos de cosechero o vinos del año, suelen ser ligeros, frutales y normalmente se consumen al año siguiente de la vendimia.
La maceración carbónica consiste en dejar que fermenten los racimos enteros sin despalillar ni prensar previamente. Esta técnica es muy antigua. La primera referencia científica sobre la maceración carbónica es del año 1872, del químico francés Louis Pasteur. De todas formas, la demanda de estos vinos está creciendo paulatinamente.
Una de las diferencias más destacables a la fermentación común,es que los depósitos deben llenarse por completo. Además, para la maceración carbónica se requiere calor, por encima de los 30º. Entonces, es necesario un control estricto de la temperatura. También es importante destacar que durante la maceración carbónica se produce una abundante proliferación de bacterias perjudiciales. Por ello es recomendable un primer sulfitado que mantenga las condiciones higiénicas y sanitarias del producto.
En España, la maceración carbónica se realiza principalmente en las zonas de Rioja Alta y Alavesa con la variedad tinta Tempranillo. Algunos de los vinos mas conocidos son Artadi, Luberri, Ostatu o Luis Alegre.
En Castilla León tenemos la denominación Toro, como vinos de maceración carbónica. Y los vinos jóvenes de Castilla La Mancha también tienen esta particularidad en su elaboración, como los vinos Castillo de Alhambra de Vínicola de Castilla, Isola de Mont-Reaga, RV Ruiz Villanueva de Bodega Ecológica Bruno Ruiz.