La ratafía es tradición catalana embotellada. Su primera receta en Cataluña data de 1842 y desde 1989 cuenta con el sello de Indicación Geográfica Protegida. En su origen era una bebida utilizada por los monasterios y las casas en zonas rurales como remedio curativo.
Su nombre, según la teoría más extendida, proviene de la expresión latina “rata fiat” que traducido vendría a ser “así sea”. Esta expresión se usaba al brindar con ratafía para cerrar un trato.
Es un licor dulce que se elabora a partir de la maceración de frutos secos (como la nuez verde), hierbas y especias en un alcohol base, que suele ser aguardiente. Aunque existe una línea general de elaboración, no hay una única receta, ya que al ser una bebida creada en el ámbito doméstico, la receta se pasaba vía oral. Esto ha comportado que cada zona geográfica tenga su propia ratafía.
Su elaboración sigue un ciclo muy tradicional y empieza el día de San Juan. Se dice que alrededor de esta fecha es cuando las nueces verdes están en su mejor momento y las plantas aromáticas florecen.
Una vez recolectados los ingredientes se mezclan con aguardiente y se dejan reposar “al sol i serena”, que significa que reposa en la intemperie bajo el sol y la luna, en un recipiente de cristal con tapón de corcho durante 40 días. Una vez pasado este tiempo se filtra y se coloca en barricas de madera o botellas de vidrio, se añade azúcar, agua o alcohol, dependiendo del gusto que se quiera conseguir y se almacena en un lugar fresco durante tres meses aproximadamente.
Es una bebida bastante popular y con unos cuantos eventos montados a su alrededor. El más famoso es la Festa de la Ratafía de Santa Coloma de Farners que se celebra a principios de noviembre. Esta fiesta incluye una muestra de todas las ratafías de Catalunya y un concurso para decidir la mejor del año.
El sabor dulce de la ratafía lo convierte en una bebida ideal para acompañar postres, frutos secos y galletas. También se puede beber sin acompañamiento en forma de chupito o con hielo. Idealmente, se sirve fría, aunque puede tomarse a temperatura ambiente.
Su sabor y su
maridaje convierte a la ratafía es un licor tradicional ideal para acompañar
las sobremesas. Si quieres una bebida auténtica para acompañar esas grandes
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